Idea tu reforma (segunda parte)

Hace unas semanas te proponíamos un ejercicio de sinceridad contigo mismo o misma. Te proponíamos responder a dos preguntas: ¿Qué no funciona y qué necesitas en tu hogar? Hoy volvemos con dos ejercicios más para ir configurando, de momento, esta idea de reforma en tu cabeza. Y sí, decimos de momento porque, podría ser que al final de este reto te dieras cuenta de que lo que necesitas es otra cosa… ¡Pero no adelantemos acontecimientos!

El reto #ideatureforma tiene como objetivo acercarte a la importancia de pensar, y hacerlo a conciencia, en lo que quieres, lo que necesitas y por qué, antes de ponerte a buscar soluciones. Quizás te parece una obviedad, pero nos hemos dado cuenta en estos años de acompañar a nuestros clientes de que no lo es. Por ejemplo, nos hemos encontrado con algún cliente que quería una cocina abierta y, al preguntarle por qué, muchas veces no sabía qué decirnos más allá de un “porque me gusta”. No se había parado a pensar en qué esperaba al tener una cocina abierta. Si le encantaba cocinar, y hacerlo acompañado, una cocina abierta era una buena solución, porque favorece la comunicación con el resto de las estancias y, sobre todo, con las personas que están en esas estancias. Pero si cocinar representaba ese momento de soledad y paz que muchas veces necesitamos, una cocina abierta seguramente no era la mejor opción puesto que perdería ese espacio íntimo.

La estética es importante. La funcionalidad, también. Pero aquello que esperas y necesitas de tu hogar lo es aún más. Por eso con estos ejercicios queremos invertir el orden: primero pienses ti viviendo en ese espacio y, después, ya vendrán la estética y la funcionalidad, o lo que es lo mismo, las soluciones y el diseño.

Si no lo ves claro, estos ejercicios te ayudarán. El objetivo es tan simple como complejo: conseguir una lista de deseos clara, ordenada y realista que esté en consonancia con tus necesidades… ¡Vamos allá!

Ejercicio 3 - El porqué de la importancia de idear tu reformar

Estamos ante un reto así que no te desanimes si está parte te resulta un poco más complicada. Ya tienes una lista con aquello que no funciona en tu hogar y aquello que necesitas. Para este primer ejercicio de hoy, nos centraremos en aquello que necesitas y por qué lo necesitas. Y lo pondremos a prueba. ¡No compartas tus ideas todavía! Primero, piensa en ti. Ya tendrás tiempo para ponerlo en común y negociar. Ahora, lo importante es pensar en ese ¿por qué necesito aquello que creo que necesito? Una cocina abierta nos puede encantar, pero ¿responde a mis necesidades reales? Te vamos a poner un ejemplo.

Hace unos meses acompañamos a Alejo y Juan en la reforma integral de un piso antiguo (puedes verlo aquí) que habían comprado. Una de sus primeras condiciones fue que necesitaban un gran estudio. ¿Por qué?

Por sus profesiones dedicaban muchas horas de trabajo de despacho en casa y, además, lo hacían al mismo tiempo, por lo tanto, su petición partía de una necesidad real y que, en principio, se iba a largar en el tiempo, pues no tenían previsto cambiar de profesión. Además, recibían habitualmente a familiares que venían de visita y no querían renunciar a la posibilidad de acogerlos en un espacio lo más privado e íntimo posible. Ésta era, también, una necesidad real y a largo plazo puesto que ambos tenían familia en otros lugares del mundo que los visitaban asiduamente.

Tirando de ese hilo que era lo que querían y por qué descubrimos unas necesidades reales que su hogar debía cubrir. Y, justamente, tirar del hilo es lo que te proponemos con este ejercicio para poner a prueba todo lo que has apuntado. Para cada una de las ideas de tu lista de necesidades, pregúntate:

*¿Por qué lo necesito?

*¿Durante cuánto tiempo voy a necesitarlo?

*¿Puede transformarse en el futuro en otra cosa?

Hazte estas preguntas de forma sincera y descarta aquellas necesidades para las cuales no encuentres una respuesta. Tal vez sabes lo que te gustaría, pero no tienes claro lo que necesitas… Es algo que suele ocurrir, no te preocupes. Vamos a compartir contigo algunas de las problemáticas más habituales que nos transmiten nuestros clientes y que pueden ayudarte a estirar de tu propio hilo:

*Espacios mal diseñados que nos roban espacio aprovechable – te sonará si vives en un piso antiguo, con un pasillo larguísimo y muchas habitaciones pequeñas que, seguramente, para ti no tienen ninguna utilidad.

*Espacios mal comunicados que no permiten una buena circulación – tal vez te sientes identificado o identificada si tienes la cocina en la entrada de tu casa y el comedor en la otra punta y te pasas el día paseando la comida por casa.

*Distribuciones que no facilitan la convivencia – por ejemplo, si para acceder a la habitación principal tienes que atravesar el salón o si desde tu sofá ves el baño.

Ahora es el momento de detectar qué necesitas en tu hogar. No pienses todavía en soluciones. Vendrán una vez tengas claro todo esto y cuando, todo esto, esté en harmonía con lo que necesitas. Por ejemplo, en el caso de Alejo y Juan, la solución fue darle completamente la vuelta a la distribución y aprovechar la sala-comedor de origen como estudio. Además, se diseñaron los espacios para que se pudieran reconvertir y fueran multifuncionales cuando así lo necesitaran. Pero no te asustes, que la solución no siempre tiene que ser una reforma integral.

Sabemos que no es una tarea fácil, pero también te aseguramos que este ejercicio te ahorrará muchas vueltas de diseño si, al final, la solución pasa por una reforma parcial o integral. Y es que cuando tienes claro lo que necesitas, es mucho más fácil tener claro lo que quieres.

Ejercicio 4 – Las prioridades, claras

Priorizar, en general, es difícil. No queremos renunciar a nada, y menos cuando se trata de nuestro hogar. Pero, en arquitectura, no siempre se puede tener todo, ya sea por un tema del espacio, ya sea por una cuestión de presupuesto o, incluso, de normativa. Hay cosas que, sin un asesoramiento técnico, no las puedes saber, como por ejemplo pueden ser cuestiones de normativa o de estructura de tu vivienda. Pero hay cosas que sabes que, al menos de momento y donde vives, son difíciles de conseguir. Si quieres un ventanal con vistas a la montaña y vives en un primero en el Eixample, lo tienes complicado.

La tarea para este segundo ejercicio es ordenar tus ideas según la importancia que tengan para ti. Así, cuando entremos en la fase de búsqueda de soluciones será más fácil y rápida. Por seguir con el ejemplo anterior, si para ti el ventanal con vistas está el primero en tu lista de necesidades, sabrás que lo que necesitas no es una reforma sino un cambio de vivienda. Quizás ahora no te lo planteas, o tal vez sí, eso ya depende de ti, pero de momento tendrás solucionado este apartado y podrás seguir avanzando en función de las decisiones que puedas o no tomar.

Por ponerte otro ejemplo, más práctico, imagina que tienes un piso antiguo con una distribución compleja y superficie limitada. Ahora, el piso se configura entorno a un pasillo muy largo y tres habitaciones encajadas en 60 m2. De momento, vas a vivir solo o sola… Piensa ¿qué quieres? ¿Qué necesitas?

Uno de nuestros últimos proyectos presentaba unas características similares. Sergi quería aprovechar la luz de un piso alargado y con mucha fachada, crear espacios bien comunicados, versátiles y amplios para poder disfrutar de intimidad, pero, también, poder disponer de un espacio donde poder socializar. Gracias a la cocina abierta y a una puerta corredera, que servía tanto para la sala como para la habitación principal, se pudo dar respuestas a sus necesidades.

Sí, la solución fue una reforma integral (puedes verla aquí), pero que no te bloquee pensar que lo que quieres y necesitas debe ser caro o que el presupuesto será demasiado elevado. El objetivo es ordenar y descubrir cuáles son, para ti, tus prioridades, actuar en consecuencia y buscar las soluciones que mejor se adapten a tu aquí y a tu ahora.

Como ves, cuando ideas tu reforma no sólo pasas por un proceso de escoger suelos o colores de pintura. El gran trabajo previo reside en pensar qué quieres y porqué. Así que ahora te vamos a dejar con tus pensamientos… En la tercera (y última) entrega del reto #ideatureforma pasaremos a la acción. ¿Cuáles han sido las tres primeras prioridades de tu lista de deseos y necesidades? ¡Compártelo con nosotros!